Tenía muchos temas en la cabeza, entre ellos el meme que me ha pasado mi amiga Arbillas, que por ahora voy a retener, ya que tendría que pensármelo. Quería hablar, por ejemplo, del famoso “catastrazo”, y digo famoso por lo que he leído por Internet, o por lo que se habla en la calle, ya que los medios de comunicación (de cualquier color) lo han evitado escrupulosamente. Y quería hablar de ello porque me resulta indignante que tras esa cara amable y social, representada por un “paquete de medidas para amortiguar la crisis” se oculta un incremento de (en el mejor de los casos) un 200% en el valor catastral de la vivienda, y por ende de los impuestos que pagaremos por ella. Por un lado dicen que van a ayudar a los hipotecados, por otro lado los putean. ¿No es un buen motivo para quejarse? Pero no, no voy a hablar de esto.
También había pensado en hacer referencia a como todos los gobiernos capitalistas se han olvidado de los principios básicos del capitalismo, y en estos tiempos revueltos (económicamente hablando) han salido en ayuda, cual padres protectores, de los bancos (que son el emblema del capitalismo). Y los ministros de economía se empeñan en hacernos tragar un razonamiento, que nada mas escucharlo, se me antoja ridículo. Dicen: “Hay que bajar los tipos de interés (supongo que dando pasta a los bancos), así las empresas podrán mejorar su productividad, abaratándose los productos y de esta forma se incrementará el consumo”. Yo digo: “¿Por qué no incrementamos los sueldos? Así también se incrementará el consumo…”. También digo: “¿Por qué no reparten todos esos millones de euros que se han llevado los bancos y cajas entre todos los ciudadanos? Así también se incrementaría el consumo”. ¡Ay, cómo se les ve el plumero! Pero no, no voy a hablar de esto.
También, viendo el extracto de mi banco, me ha surgido otro tema indignante. Resulta que mi nómina la tengo en un famoso banco “online” holandés, para más señas patrocinador de una escudería de la F1 (¿adivinan cuál es?), y a cambio de que ellos manejen mi pasta para sacarse un dinerillo extra, me devuelven un porcentaje de algunos de los recibos que tengo domiciliados en dicha cuenta. Pues bien, la cosa es bien sencilla: Yo pago el recibo de la luz, el banco me devuelve parte de ese recibo y Hacienda se lleva el 20% de este dinero que me han devuelto (ojos como platos) ¿Cómo? A ver si nos entendemos, mi banco se encarga de pagar un recibo por mí, y amablemente me hace un descuento, ¿y tengo que pagar a Hacienda por este descuento? ¡¡Coño!! Veamos un poco de matemáticas, pongamos que tengo que pagar 100 euros de recibo de la luz. De esos 100 euros, Hacienda se lleva digamos el 20% en forma de IRPF, por lo que podemos decir que ese recibo ya me está saliendo por 120 euros. De los 100 euros, mi banco me descuenta el 10%, o sea, 10 euros, y de éstos Hacienda se vuelve a llevar el 20%, es decir, 2 euritos más. Si hacemos cuentas, yo gané 100 euros que iban destinados a pagar a Endesa, y al final Endesa se lleva sus 100 euros, Hacienda se lleva 22 euros, y a mi me ha costado la factura 112 euros y a mi banco 10 euros. Qué curioso ¿verdad? Pero no, no voy a hablar de esto.
¿Y de qué iba a hablar yo hoy? Creo que se me ha olvidado. A ver si me acuerdo luego. Tengan ustedes un buen día.
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